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lunes, 17 de mayo de 2010

Abrió un día los ojos en un mundo desconocido


Naufragando por las mareas enrevesadas… de repente llegó a una isla desconocida. Las personas tenían los mismos rostros que sus supuestos conocidos, pero éstas eran totalmente desconocidas.

- ¿Quién eres? ¿dónde estoy?...- preguntó entre otras tantas dudas que sobrevolaban por su cerebro “vivo”.

En instantes todo había cambiado. Era una persona fuerte, nada débil, sin ningún problema de salud, con una gran familia y un millar de amigos. Era una persona muy conocida en el barrio y muy querida por los que la rodeaban.

Todo era muy extraño. La vista se le nublaba, no reconocía nada, las manos y las piernas les temblaban.

Toc, Toc…

- Adelante – se escuchó decir a alguien con una voz apaciguada tras la puerta.

Aquella anciana había ido a visitar al doctor con su hija.

Tras varias pruebas con un neurólogo, el diagnóstico llegó a sus oídos.

- Desgraciadamente… esta señora sufre una enfermedad incurable en estos tiempos. Se trata de una enfermedad neurodegenerativa, que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales.

El doctor quiso explicarles de lo que se trataba, consiguiendo así “decorar” aquel amargo momento sin pronunciar aquella maldita palabra, que le estaba robando la vida a una pobre anciana.

- ¿Qué quieres decir con eso doctor? ¿se está muriendo?- dijo su hija con un ataque de histeria.

- Mmm… No, claro que no se está muriendo.- el doctor logró vocalizar algunas palabras en aquella situación tan abrumadora.

- ¡Quiere usted comunicármelo ya!- los nervios reconcomían a la hija.

- Pues, le hablo del Alzheimer.

El silencio reinó segundos después…

Cinco años más tarde, esa señora sigue conviviendo con dicho trastorno en su sistema neurológico. Incapacitada para vivir por ella misma. Dificultad para andar, para comer, para hacer sus rutinas diarias de todo ser humano.

Poco a poco su vida se apaga ante mis ojos. Ya no me abraza, no se despide de mi cuando la visito, no me quiere en su casa… Soy una DESCONOCIDA para ella.

¿Cuándo se hará verdaderamente una investigación que haga frente con dicha enfermedad?- especulación que tantas personas como yo nos hacemos día a día.

jueves, 18 de febrero de 2010

Que todo transcurra poco a poco



Todo empezó un día cualquiera, la verdad que no me acuerdo muy bien como, lo único que sé es que empezó…

Tu SIMPATÍA, tu CARIÑO, tus MOSQUEOS, tus RISAS, tus CANTES, tu AUTENTICIDAD, tu SINCERIDAD, tus LÁGRIMAS, tanto tus DÍAS BUENOS como los MALOS, nada en concreto, simplemente TÚ al completo, me vas ilusionando poco a poco.

Una sensación, por llamarlo de algún modo, va creciendo dentro de mí… ¿qué será? ¿Tú lo sabes? Yo aún no…

No sé porque tiemblan mis manos al escribirte, porque me brillan los ojos y se me dibuja una sonrisa en la cara cada vez que escucho tu voz, porque quiero pasar el mayor tiempo posible junto a ti, aunque sea simplemente a través de un teclado.

Ahora, en la soledad de la noche, estoy pensando en ti… por eso me salen estas palabras. Quiero estar junto a ti, y poder mirarte a los ojos y así saber lo que verdaderamente voy sintiendo POCO a POCO.

Ni el tiempo ni los kilómetros serán un impedimento para que te quiera seguir conociendo.

PD: como tú dices: “Tantea terreno pero sin prisa”

miércoles, 3 de febrero de 2010

Un momento muy especial...




¿Por qué no nos olvidamos de todo y de todos y nos agarramos de la mano para pasear por la orilla de la Caleta?

No sé si las ganas de escribir me las ha dado la imagen de nuestra Caleta o mis deseos de pasear por ahí contigo.


Un amanecer, un atardecer, un anochecer, cualquier momento sería especial…

Sentada justo donde el agua termina de empapar la arena. Cierro los ojos y viajo hasta aquel lugar donde la brisa del mar es mi oxígeno y donde TÚ eres mi mejor compañía.

Mirando al cielo, pasan los minutos más corto de mi vida, una sonrisa plasmada en mi rostro no deja nada indiferente.

El atardecer va cayendo… no creo que estemos perdiendo el tiempo… porque no quedarnos un ratito más…

Tú, yo y la Caleta… el sol nos abandona poco a poco, pero tenemos nueva compañía… la luna sale para alumbrar ese momento especial, que junto estamos viviendo.

El sueño se va apoderando de nosotros… te quedas dormido… me acomodo entre tus brazos…

Sin darnos cuenta pasamos la noche en aquel lugar donde cada mañana nos gustaría amanecer…

El primer rayito de sol va a parar hacia nuestras caras… sin pensarlo nos levantamos y juntos miramos al horizonte. Poco a poco nuestro alrededor se va alumbrando…
Vemos como nuestro rinconcito va recobrando sus magníficos colores.



P.D: ¿Por qué no me haces realidad este sueño? =)

martes, 19 de enero de 2010

Miedo escénico

Una noche de insomnio, uñas comidas, sobrecitos de tila… nada me hacía efecto.
Solo sentía un nudo de nervios subir y bajar del estómago a la garganta y viceversa…
Mañana será el “peor” día de mi vida… debo dar una conferencia delante de un número desconocido de personas.
¿Me preguntarán muchas cosas al terminar?, ¿tartamudearé mucho?, ¿hablaré con una excesiva rapidez que nadie me entenderá?... cuantas preguntas por mi cabeza, todas sin respuestas.
Creo que escribir todas mis sensaciones que ahora mismo transcurre por mi cuerpo, me ayudará a tranquilizarme.
Mañana a las seis de la tarde, estaré subida en el escenario, con mis diapositivas sobre la Psico-oncología tras mi espalda, y con un montón de papeles en la mano para que no se me olvide mencionar nada.
A las seis y cuarto, habré terminado de dar mi charla. Esperaré cinco largos minutos, con los dedos cruzados para que nadie me suelte ninguna pregunta disparatada, de esas que tú dices ¿y ahora que contesto?, y sin esperar ni un minuto más, bajaré corriendo los escalones y me sentaré.
Respiré, respiro y respiraré… en cada momento intentaré tranquilizarme… ¿lo conseguiré?

lunes, 4 de enero de 2010

Mil CoLOreeeS!!



Cerré los ojos, quise imaginarme un mundo en el que jamás viviré.
El amor rebosaba a borbotones de aquel río azul que mojaba aquellas rosas rojas con puntiagudas espinas marrones y llenas de hojas verdes.
Nada más entrar se podía percibir un manto transparente de paz con palomas blancas revoloteando por aquel cielo anaranjado a causa del amanecer.
A mi izquierda encontraba un montón de hojas secas que el viento grisáceo se llevaba sin reparo ninguno, todo aquello que el tiempo había echado a perder desaparecía en cuestión de segundos.
A mi derecha me topé con una alfombra amarilla, era el reflejo del sol en un charco de agua cristalina, mi rostro se reflejaba en él como si fuera un espejo reluciente. Podía ver mis mofletes rosados, mis ojos verdosos y mis labios carnosos, con mi melena suelta dando bandazos de un lado al otro.
Al fondo se veía un túnel por el cual trepaban enredaderas con rosas de colores y lo cubría un arcoíris con colores alegres, rojo, naranja, azul, verde, violeta, amarillo…
Atravesé el túnel y con eso abrí los ojos, todo se volvió negro, gris y blanco… no existen más colores para mí en este mundo…



-> ¡Todo lo bueno dura poco!

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Te quiero

Ding – Dong…

Estaba impaciente esperando a que me abrieses la puerta. Estaba empezando a nevar.
Te saludé mientras te daba un tierno beso en la mejilla. Tú me respondía con una de tus dulces caricias.
Me invitaste a pasar a tu habitación. Tu casa estaba solitaria, solo existíamos tú y yo.
- Vemos una peli. – me propusiste con tu vocecilla de niño pequeño.- puedo traer palomitas y una mantita. ¿Qué te parece?
Lógicamente acepté esa petición. Era la mejor oportunidad que en aquel momento podía aparecer para estar cerca de ti. Nos sentamos en el sofá. Poco a poco nos íbamos acercando.
En unos instantes pensé que estaba soñando, todo lo que deseaba hacía muchos meses estaba ocurriendo, estaba apoyada en tu pecho haciéndote caricias.
De repente mis ojos solo veían tus labios muy cerca de los míos…
Un sabroso beso me plasmaste en mi boca, un beso que nunca más se volvería a repetir.

Ring, Ring, Ring…

Me debía de levantar, el despertador había sonado… me había quedado con ganas de más…
Espero que pronto estemos en esta situación cariño o al menos que nos separen muy pocos centímetros.



¡Te Quiero Mucho pequeñajo!

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Diario de una Enamorada

Arropada con una manta, en mi cama, contemplaba aquellas lascas de cristal fino acariciar mi balcón. Un día de intensa reflexión. No se que debo hacer para que la salsa amarga que acompaña el plato de mi vida desaparezca.
Tú me dices que ya me olvidaste, que para ti soy una simple extraña, pero… ¿porqué? ¿ya olvidaste todos los buenos momentos que pasamos juntos?…
Aún me reprocho a mí misma el día en el que te dejé escapar.
Aún me reprocho a mí misma el día en el que desprecié tu arrepentimiento.
Aún me reprocho a mí misma todos aquellos momentos que dejamos pasar dejándonos la miel en los labios.
No se si debo hacerlo, pero me arriesgaré.
Lo siento, de verdad, no quiero hacerte sentir mal, tampoco quiero que cambie nada entre nosotros, pero…. -me tiemblan los dedos, no puedo- … tengo que decirte, que aún te quiero…
Soy incapaz de borrarte de mis pensamientos… no se que me has hecho.. ¿porqué lo conseguiste tú tan fácil?
Ahora ya sí que lo tengo todo perdido, te perdí definitivamente…



PD: sé que esto tendrá repercusiones, pero me da igual, te perdí.
 
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